La palabra es un regalo. Un precioso don derramado en las entrañas de aquellos que aún tratan de apresar la verdad. Es un presente inesperado, inmerecido, a veces desconocido, oculto.

Una de las mayores satisfacciones del maestro es descubrir el poder, los dones, las capacidades que se encuentran dormidas en sus alumnos. Descubrirlas y re-conocer su valor, su potencial, el inmenso poder de lo inmerecido, de lo otorgado, del don.García Márquez pidió en el último congreso del ya anciano idioma español que escribamos, y que escribamos bien... para esos millones y millones de lectores ávidos por encontrar en las palabras algo más que promesas o esperanzas de consumo. Que escribamos bien, que mimemos las palabras, que pongamos en el cajón de los regalos el más preciado, el más frágil, el más etéreo, el don de (enseñar) la palabra.







lunes, 27 de febrero de 2012

Mis definiciones

 Algunos habéis leído la entrevista a Luz Casal y habéis creado vuestras propias definiciones.
Gracias por vuestras colaboraciones y vuestra imaginación.
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Al parecer al definir un sustantivo abstracto hay que pensar más con los sentimientos que con el cerebro, ya que debemos dejar que lo material y lo científico lo estudie el cerebro para que lo sentimental quede reservado únicamente a nuestro frágil corazón. No creo que los defina como Luz Casal. Además, yo haré como si mi vida fuera un menú.

Amor: El plato sobre el que se sostiene la comida( mi vida)
Alma: Las ganas de comer (el espíritu de vivir)
Odio: veveno mortal que nunca debe servir de aliño.
Sufrimiento: cuando probaste el veneneo del odio.
Imaginación: la creatividad de nuestro plato principal.
Besos: un postre que siempre gusta.
Dios: comida muy especial,pero principalmente tu cocinero.
Rencor: cuando alguien aliñó mal tu comida.
Estupidez. cuando probamos algo del que conocemos su mal sabor.
Muerte. la última cena.
Alegría: apreciar el sabor de tus"aperitivos"
Enfado. los efectos secundarios de los condimentos.
Placer: la alegría de aliñar y mejorar tu vida.
Tentación: cuando nos equivocamos de menú.
Felicidad: momento de comida equilibrada.
Nacimiento: tu primera papilla.
Inteligencia: nuestra capacidad de elegir aperitivos.
Experiencia: haber tomado antes ese menú.
Cobardía: no saber decir"no" al camarero.
Ánimo: incitación a tomar algo diferente de la rutina.
Amistad. comida que no se agota.
                                               Javier Morón



Amigos: gran apoyo.
Escuela: segundo hogar.
Llorar. Tormenta interior.      
Silla: Objeto anti-cansancio.
Móvil: prolongación de la mano.
Ordenador: segundo cuaderno.
Cuaderno: cajón de la imaginación.
Sufrimiento: prueba de resistencia.
                     Hannah Torrejón

Lápiz: el escritor de nuestros sentimientos.
Cuaderno: el que recibe nuestra inspiración.
Amigos: lo indispensable.
Soledad: lo peor que me ha pasado en la vida
Ordenador: qué no falte.
Móvil: pantalla que siempre va conmigo.
Felicidad: el objetivo en la vida.
Amor: el sentimiento del día a día.
Colegio: el pan de cada día.
Patio del recreo: la diversión ante el aburrimiento.
                                              David Velilla Mínguez



Felicidad: Momentos de la vida.
Amigos: personas que se comprenden y se quieren.
Amistad: afecto y cariño hacia alguien.
Padres: los que te guían en tu camino.
Profesores: son las personas que siempre te ayudadn.
Familia: punto de apoyo.
Problemas: obstáculos de la vida para superarlos.
Colegio: lugar para crecer y a veces, soñar.                      
Recreo. descanso y diversión.
Ballet: desahogo.
Rutina: vida diaria.
Caer: para volver a levantarse.
Besos: caricias que te agradan.
Amor: gran felicidad.
                                                        Arancha Montaner.

Amigos : personas en las que puedes confiar: nunca te defraudarán.
Popular: seguir las modas dejando atrás tu personalidad.
Personalidad: ser tú mismo.
Colegio: lugar de aprendizaje, aburrido y sociable.
                                      Paula Labodia




Amigos: órgano vital del ser humano.
Ordenador: profesor particular de todo adolescente "escatológico"
Silla: el mejor amigo del hombre.
Lápiz: proyector de ideas.
Felicidad: asignatura obligatoria en el colegio de las personas aburridas.
Amor: ladrón de la identidad y personaldad difícil de dominar.
Cuaderno: tarjeta de memoria más potente del mundo.
Sufrimiento: entrenador personal de la vida.
Escuela: elemento de tortura que nos obligan a soportar aunque se supone que es "por nuestro bien"
                                              Jorge Riera Vicente

miércoles, 8 de febrero de 2012

Corto de animación. De la imagen al relato escrito

"Alma"



Era un día frio y nevaba más que nunca.
Como de costumbre,  fui a dar a dar una vuelta. En mi camino encontré una pared donde muchas personas habían  escrito sus nombres. Yo, escribí alma. Deje caer la tiza al suelo. En ese momento oí un ruido. Me gire. Y vi tras un escaparate un muñeco.
Extrañado, caminé hacia él. El cristal estaba cubierto de nieve, así que con la mano lo limpié un poco  para ver mejor. Cuando vi al muñeco me quedé perplejo. Era idéntico a mí. Me miré, pues vestía igual que yo. Rubio,  con una gorra azul encima de la cabeza, un chaleco rojo, unos guantes y pantalón verde. Impresionado levante la vista, para volver a verlo pero, ¡el muñeco ya no estaba! Camine hacia la puerta, para ver si desde esa perspectiva lograba verlo.
Lo puede localizar. Estaba encima de una mesilla. Intente abrir la puerta, pero estaba cerrada. Enfadado cogí una bola de nieve y se la tiré. Disgustado empecé a caminar pero, en ese momento oí el rechinar de la puerta. Me gire. La puerta estaba entreabierta. Fui corriendo hacia ella y entre en la tienda. La examine detenidamente. Estaba repleta de muñecas y muñecos, de todos los tamaños y colores,  con todos los complementos que te puedes imaginar. Encima de la mesilla seguía el muñeco. Caminé hacia él, poro tropecé con algo. Me agaché. Era un muñeco que no paraba de pedalear su bicicleta. Estaba tumbado, así que lo puse correctamente y el muñeco salió veloz hacia la puerta, que en ese momento, se cerró. El muñeco se chocaba contra la puerta, retrocedía y  volvía hacia adelante repitiendo la misma hazaña constantemente. Me puse de pie en busca de mi “replica”, pero en la mesa ya no estaba.  Lo empecé a buscar por todas partes, hasta que lo vi. Estaba encima de un estante. Fui hacia él. Para alcanzarlo me subí encima de un sofá. Me quite un guante con la boca y estire el brazo lo más que pude. Logre tocarle la nariz. En ese mismo momento pasaron delante de mis ojos millones de imágenes. Después de aquella experiencia me intente mover pero no podía. Veía la tienda desde la vista de mi “replica”. La única explicación que encontraba era que me había convertido en él. Después vi como los ojos de todos los muñecos que estaban a mí alrededor se empezaban a mover. Y ante los míos una muñeca pelirroja con un vestido rojo con flores, subía girando sobre una plataforma pequeña que  se situaba delante del escaparate. Sin duda, era la “próxima víctima”.
                                                                                      Heidi Camposano
Esta nevando y Alma va paseando por la ciudad mientras caen copos de nieve. Hace frío. Alma va saltando feliz por las aceras. De pronto, se siente atraída por un mural lleno de firmas de niños, “Marta”, “Belén”, “Elena”, “Patri”… y decide escribir también el suyo “Alma”. En ese preciso momento en el escaparate de la tienda de juguetes que hay enfrente del mural, aparece una muñeca muy parecida a ella. Se acerca hasta el cristal del escaparate lentamente. Se busca dinero en los bolsillos para comprarla. Cuando alza sus ojos hacia el escaparate, la muñeca ha desaparecido. Se dirige hacia la puerta de la tienda. No puede abrirla. Se enfada y tira una bola de nieve contra la puerta. Mientras se aleja, oye como la puerta se entreabre. Entra en la tienda. Está llena de muñecos y en el centro se encuentra la muñeca que tanto se parece a ella y se siente atraída por ella. Intenta cogerla pero tropieza con un juguete de un niño subido en una bicicleta antigua, lo coloca de pie y observa como intenta escapar de la tienda, chocándose contra la puerta cerrada. Vuelve sus ojos  hacia la muñeca, ha desaparecido. La busca. La encuentra sobre la última estantería de la pared y decide subir a buscarla. Se quita el guante para cogerla. La toca y algo sucede…, Alma ya no es una niña, pasa a formar parte de la muñeca que tanto le atraía. Sus ojos ven, se mueven, como los del resto de los muñecos de tan misteriosa tienda, pero el resto de su cuerpo no.
La enigmática tienda de juguetes se prepara para apoderarse de la siguiente niña. La próxima será morena, de pelo largo, su muñeca asciende desde el sótano esperando a su Alma…                                                                      Marta Guillén

French Roast